Hola Jesús David
Bienvenido a la comunidad de Scoolinary, gracias por tu pregunta.
La situación que describes suele ser resultado de varios factores relacionados con la manipulación de la masa, el desarrollo del gluten y la fermentación. Aquí te dejo algunas posibles causas y soluciones:
1. Desarrollo insuficiente del gluten: A mayor hidratación, es esencial que el gluten esté bien desarrollado para que la masa sea elástica y resistente. Si no amasas lo suficiente o no das los pliegues necesarios durante la fermentación, la masa puede quedar débil. Asegúrate de amasar correctamente y considerar técnicas de amasado como el método de amasado en intervalos o los pliegues durante la fermentación.
2. Fermentación excesiva o insuficiente: Una fermentación demasiado larga puede debilitar la estructura de la masa, mientras que una fermentación corta puede no permitir que el gluten se desarrolle completamente. Ajusta los tiempos de fermentación para que la masa esté en su punto ideal, revisando la temperatura y el tiempo.
3. Manipulación de la masa: Cuando trabajas con una masa altamente hidratada, es crucial manipularla con suavidad para no romper la red de gluten. Utiliza las yemas de los dedos y evita estirar demasiado rápido o de manera irregular.
4. Técnica de apertura: Al abrir la masa, empieza por el centro y ve extendiendo hacia los bordes, pero deja un borde más grueso que actúe como “barrera” y evite que la masa se rompa en el centro. También puedes dejar reposar la masa unos minutos después de cada intento de estirado para que el gluten se relaje.
5. Revisar la hidratación: Si bien un 70 % es común, algunas harinas, incluso de fuerza, pueden no manejar tan bien esta hidratación sin una adecuada técnica de amasado. Puedes intentar reducir la hidratación ligeramente para encontrar un equilibrio entre manejabilidad y estructura.
Probar ajustar uno o varios de estos aspectos puede ayudar a que la masa no se rompa tan fácilmente.
Esperamos que está información sea de ayuda.
Saludos.